La Espartinas del silencio complaciente ya toca fondo y apuesta por devolver la soberanía de lo público al pueblo
Si a fecha de hoy 6 de junio y ante el grito "Gobierno local dimisión" alguien se plantea cómo hemos llegado a este presente, habría que escarbar en el pasado municipalista de Espartinas, simplemente porque aquí ha enraizado la noche más larga del posfranquismo, cuyas secuelas aún colean entre las paredes del Consistorio y en el sentir amedrentado de buena parte de sus nativos habitantes y de otros a quienes les llaman "forasteros".