En marzo de 2021, la Comisión Europea adoptó la Estrategia sobre los derechos de las personas con Diversidad Funcional 2021-2030.
A pesar de los avances realizados en la última década, las personas con diversidad funcional aún se encuentran con obstáculos considerables y corren mayor riesgo de pobreza y exclusión social.
El objetivo es avanzar hacia una situación en la que, con independencia de su sexo, origen racial o étnico, religión o creencias, edad u orientación sexual, todas las personas con diversidad funcional